diariodegenesis

Tuesday, November 14, 2006

EL RÍO NILO


La existencia de este poderoso río parece un milagro. Las convulsiones geológicas que formaron la cuenca del mar Rojo parecen haber originado al mismo tiempo una serie de fosos, de cuencas y de hendiduras alineadas en la región del valle actual, que habrían desviado el antiguo Nilo. Este, que recibía entonces numerosos torrentes del macizo arábigo, habría formado un profundo valle, posteriormente sumergido y terraplenado en el plioceno. Durante el cuaternario, las variaciones del clima (a menudo semiárido) y del nivel del mar produjeron alternativamente excavaciones y rellenamientos de los que subsisten jirones de terrazas. He aquí un fenómeno esencial: el Nilo habría recibido finalmente la aportación de sus actuales afluentes sudaneses (Nilo Azul, Nilo Blanco, Atbara), gracias a los cuales su caudal se mantiene a través de 2000 km de desierto absoluto, con crecidas estivales que depositan un limo fértil de origen etíope.

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